El cáncer de mama puede considerarse un padecimiento congénito. Es más frecuente en mujeres y hombres que tienen algún familiar cercano con esta enfermedad. También hay factores que pueden incrementar la frecuencia en mujeres que no se embarazan, que no amamantan a sus hijos, siendo otros factores menos importantes la obesidad y el tabaquismo.

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    Es muy importante tener la evidencia de la enfermedad por medio de una biopsia o del estudio de la tumoración extirpada, para programar todo el tratamiento, que será de acuerdo a la estirpe del tumor, al estadio del mismo y al grado de malignidad. El tratamiento podrá ser desde una tumorectomía (cirugía conservadora) hasta la mastectomía (extirpación de toda la mama), que podrá continuarse con quimioterapia y/o radioterapia, también dependiendo del grado de avance del padecimiento. La quimioterapia consiste en la administración de medicamentos citotóxicos que tienen la finalidad de destruir las células malignas, los cuales podrán administrarse por viene endovenosa y/u oral. La radioterapia se administra actualmente con Aceleradores Lineales que emiten radiaciones ionizantes, también con la finalidad de destruir el tumor directamente. En situaciones especiales que dependen del tipo de tumoración, se podrá utilizar otro procedimiento que también es radioterapia, por medio de un procedimiento que se conoce como Braquiterapia, poniendo en contacto con la tumoración la fuente radioactiva.