Uno de los padecimientos más incapacitantes en el mundo
EL DOLOR
El dolor es resultado del procesamiento de una gran cantidad de señales producidas a diferentes niveles del sistema nervioso central y periférico, que se generan en respuesta a estímulos provenientes del medio ambiente o del organismo mismo.
El dolor crónico es uno de los padecimientos más incapacitantes en el mundo, constituye además un serio problema económico y de atención sanitaria internacional.
JUSTIFICACIÓN
Ciudad Juárez, al igual que otras grandes ciudades con crecimientos de población tan elevados, población flotante y cosmopolita, mayoritariamente joven, está viendo y verá aumentar aún más el número de enfermedades crónico-degenerativas que se acompañan de dolor y sufrimiento, con un sentido de minusvalía e indignación, con coartación física y moral.
Sin embargo, pocos son los esfuerzos orientados al conocimiento de la causa de su dolor y sufrimiento, su supresión, tanto en enfermedades oncológicas como no oncológicas, y aún menos en su asistencia social, soporte, apoyo psicológico y espiritual para tratar de atender el impacto familiar, social e individual de una enfermedad devastadora no solo en el terreno económico, sino también afectivo, psicológico, físico y social del paciente y su entorno familiar.
En nuestra comunidad, es muy poco conocida la participación bio-psicosocial en la permanencia del dolor y sufrimiento, para poder modificarlos y mejorar la CALIDAD DE VIDA en el menor tiempo posible. Ignoramos la realidad de los SUFRIDORES CRÓNICOS CON DOLOR TOTAL, que padecen dolor por cáncer, migraña, neuralgias, dolor en el diabético descompensado, neuralgias por herpes zóster, dolores en la parte baja de la espalda, dolores crónicos en niños, y las repercusiones en el binomio (familia-paciente), la sociedad a la que pertenecen y el culto religioso que profesan.
El estatus económico es un factor condicionante en el tratamiento. Cuando las enfermedades por sí solas son suficientes para provocar transformaciones en la vida de los afectados, modificando hábitos, costumbres, intereses individuales y comunes, hábitos sexuales, carrera profesional, ocupaciones, dietas y vicios.
El paciente puede o no modificar la dinámica familiar, al ser discriminados o relegados a su soledad, haciéndolos sentir indirectamente NO DESEADOS y relegados a su soledad, deseando que su sufrimiento termine rápidamente y que se acorte el acontecimiento inevitable.
Agrupando todo esto en el concepto de INTERDISCIPLINARIO de la clínica del dolor, surge como necesidad para brindar apoyo médico-asistencial, espiritual, social y psicológico a todas aquellas personas para quienes el sistema de salud ha fracasado en liberarlos de su enfermedad crónica y su secuela dolorosa.
Una justificación aún más evidente para sistematizar el trabajo del trabajador social (o trabajadora social), además de las mencionadas anteriormente, es la referida a la etapa terminal de todos aquellos pacientes con enfermedades malignas.
No se han implementado, al menos en nuestro estado, el seguimiento de su padecimiento hasta el final, en lo que respecta al suficiente suministro de medicamentos para controlar el dolor y dignificar lo humano hasta el momento de partir. En ese momento cabría preguntarnos: ¿Murieron los enfermos sin dolor? ¿Existió apoyo médico, psicológico y espiritual en las últimas semanas de su enfermedad? ¿Cuál fue la participación de la familia alrededor del paciente? ¿Cómo manejó el paciente su enfermedad? ¿Existe apoyo psico-social para el resto de la familia? ¿Se aclararon dudas sobre todo para el abastecimiento de medicamentos o recursos suficientes para evitar el sufrimiento? ¿Hubo recursos económicos para adquirirlos? ¿Cuáles son las principales razones por las que el paciente abandona su tratamiento contra el dolor? ¿Cómo influye la dinámica familiar en el alivio o el agravamiento de los síntomas del paciente? ¿La enfermedad es causa de la disfunción familiar?
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Dr. Florencio Carrera
Anestesiólogo
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